El Observatorio Cubano de Derechos Humanos condenó la expulsión de Cuba del sacerdote católico mexicano José Ramírez, miembro de la Congregación de la Misión (Padres Paúles) tras tocar las campanas en medio de un apagón.
Según denunció la organización, la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, dirigida por Caridad Diego Bello, canceló el permiso de residencia del religioso como represalia por haber tocado las campanas del templo de La Milagrosa, en el barrio habanero de Santos Suárez.
De acuerdo con la nota de prensa, el sacerdote hizo sonar las campanas en solidaridad con los vecinos que protestaban la noche del lunes 8 de diciembre por los prolongados apagones y la grave situación socioeconómica que vive el país.
Yaxis Cires, jefe de estrategias del Observatorio, calificó la medida como un castigo por un gesto de apoyo a la comunidad.
“Condenamos claramente la expulsión de este sacerdote mexicano, miembro de la congregación de los paúles, y además una persona muy querida por su comunidad y por la gente de su municipio, porque lo vemos como una reprimenda por haber tocado las campanas en solidaridad con sus vecinos, con la gente del municipio que había salido a protestar aquella noche por los apagones y por la grave situación socioeconómica que se está viviendo en el país”, dijo a Martí Noticias.
Ramírez, que ya regresó a México, era reconocido como un hombre solidario, especialmente con los más pobres.
“Ahora esto lo vemos en un contexto de recrudecimiento de las limitaciones al ejercicio de la libertad religiosa, libertad de conciencia en Cuba. Y no solamente en Cuba, sino también en Nicaragua y Venezuela”, señaló Cires.
La organización subrayó que la decisión del régimen cubano contrasta con el recibimiento en La Habana al Arzobispo Santiago, exarca de la Metrópolis Ortodoxa Griega de México, Venezuela, Colombia y el Caribe, quien confirió a Fidel Castro la réplica de la Orden de San Andrés, la más alta distinción del Patriarcado Ecuménico. Además, el jerarca ortodoxo propuso celebrar en Cuba una “Conferencia Internacional sobre Libertad Religiosa” en 2026.
Sobre este anuncio, el Observatorio advirtió que se trataría de un evento destinado a blanquear la represión. “Alertamos sobre la posible realización de este evento ‘fake’ sobre libertad religiosa, que los promotores pretenden dedicar al centenario de Fidel Castro. Ningún líder religioso, político o de cualquier naturaleza debería contribuir al blanqueamiento de la represión en Cuba”, señaló la organización.
El Observatorio recordó que en 2024 documentó al menos 996 actos contra la libertad religiosa en la isla. Asimismo, en su informe de 2023, basado en información recogida en todo el país, el 68 por ciento de los entrevistados afirmó conocer a personas creyentes que han sido acosadas, reprimidas, amenazadas u obstaculizadas en su vida diaria por motivos relacionados con su fe.
Más de la mitad de la población consultada indicó que líderes o agrupaciones religiosas han sido impedidos de realizar su labor mediante la negación o condicionamiento de permisos, especialmente para actividades que implican a fieles o a la ciudadanía, como la construcción o reparación de templos, el culto, las procesiones o los eventos en espacios públicos. Un eslabón clave en estas violaciones, según el informe, es la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista, señalada como responsable por el 68 por ciento de los creyentes consultados.
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